El punto G es genial. Pero no es la única parte erótica en esa parte del cuerpo.
Yo tenía un novio en la universidad que estaba obsesionado con encontrar y estimular mi punto G. Esto me frustraba mucho, era terrible y desesperante.
Algunas mujeres sienten ciertas prácticas que estimulan el punto G y otras no. Yo soy una de las que lo sienten. Me encanta. Se siente increíble.
El problema con esta pareja de la universidad era que solo se concentraba en él mismo. Él pensaba que sus trucos para estimular el punto G me darían los orgasmos más increíbles de la faz de la Tierra. Él sentía que era su deber darme ese orgasmo – así me mostraba que yo le importaba. Creo…
Y mientras toqueteaba y hurgaba en mis regiones íntimas, se olvidaba por completo de la mejor parte de mi cuerpo.
Mi clítoris.
Recuerdo que yo me retorcía y me cambiaba de posición de forma que se le hiciera más fácil a él darme un poco de acción manual. Me podría extender sobre la cama y hablar sobre lo rico que sería que le diera amor a mi clítoris, pero lo pasaba por alto. Definitivamente no entendía mis indirectas sutiles (o no tan sutiles).
Este tipo de egoísmo es muy común. Algunos hombres se concentran tanto en una idea de lo que le dará placer a una mujer, que se les olvida preguntarle a su pareja qué es lo que las hace sentir bien. Algunos quieren probar que son diferentes al resto haciéndose ver como expertos en el sexo. Irónicamente, en su idea, terminan probando que los hombres son egoístas inherentemente.
Entonces, ¿qué haces cuando tu pareja ignora tus necesidades para darte lo que ellos quieren?
¡Escucha!
Le damos a nuestra pareja lo que queremos. Este es un dato importante.
La forma en la que te toca tu pareja o te muestra amor es muchas veces la forma que a ellos mismos les gustaría ser tocados o amados. Es una realidad. Esto de reflejarse a sí mismo es útil. Escucha y mira lo que hace tu pareja, especialmente cuando no respondes y lo siguen haciendo de todas formas.
Pide lo que quieres
Antes de que te quejes con tu pareja de lo aburrido que estas, primero piensa en esto: ¿le has pedido a tu pareja lo que realmente quieres?
Esto trae como resultado uno de los mayores fallos en las relaciones. A los hombres les gusta que le digan qué es lo que mejor se siente. Esto facilita su tarea. Y las “indirectas sutiles” que estas tirando no sirven porque “los hombres son de marte y las mujeres son de venus”. Las mujeres, por otro lado, no quiere verbalizar lo que quieren, porque no quieren hacer que su pareja se sienta incómodo. Aquí es donde comienzan los problemas. Así que dile lo que quieres y cómo lo quieres, hazlo de forma sensual, no como lo haría un médico.
Quizás tienen razón
Solo jugando a las posibilidades, pero quizás tengan razón. Quizás sí te van a dar el mejor orgasmo de tu vida. Algunos hombres son bastante intuitivos y con experiencia. Esos son con los que deberías estar saliendo. Así que cuando digan que tienen un truco, solo recuéstate, relájate y déjalos hacer su trabajo. Quizás termines sintiendo cosas inimaginables.
El punto G es solo una opción
Para todos ustedes emprendedores, empresarios, universitarios, creadores, deberían conocer el término “test A/B”. Antes de tomar una decisión, prueba diferentes opciones. Deja que los resultados hablen por sí solos. Esta regla también aplica al sexo. Experimenta sexualmente. Prueba algo y luego prueba otra cosa. Mira qué es lo que mejor resultado trae. No te creas sabio creyendo saber “la mejor manera” de hacer algo, y deja que los resultados hablen por sí solos.